Si tú tienes una manzana y yo otra y las ponemos en común o las intercambiamos, ambos seguiremos teniendo una manzana. Y esto, en el mejor de los casos. Nunca tendremos más. Pero qué pasa cuando lo que intercambiamos no son recursos sino ideas? Entonces multiplicamos y sólo en el peor de los casos, ambos nos iremos a casa con el doble de ideas.

Nunca y menos ahora, la colaboración es una opción. Colaboramos con otros, lo queramos o no. Lo hacemos todo el tiempo. Con compañeros, con proveedores, con clientes, a veces hasta con competidores… Y aunque sumar no siempre es fácil, restar siempre es un riesgo.

La estrategia puede ser cosa de uno, pero es necesaria la colaboración de varios para que la estrategia suceda… Y mover a la gente para algo suceda no siempre es tarea fácil. Y no hay manera de hacer colaborar al competitivo o hacer currar al vago… O si?

Yo creo en el efecto espejo. Igual que los bebés imitan a los adultos y así van aprendiendo, al ver a las personas realizar sus actividades no actuamos como meros observadores. Los expertos afirman que la simulación de las neuronas espejo no se limita al plano motor sino que incluye las emociones y las sensaciones de los demás.

Y es cierto, vamos más allá, por eso movemos los pies a ritmo cuando nos topamos con un artista callejero en el metro o nos agachamos cuando alguien se inclina porque pensamos que se la ha caído algo. O nunca te has descubierto con sorpresa sonriendo cuando regresando a casa después de un día jodido tus ojos se encuentran con la persona que está sentada enfrente y de repente, esta te sonríe. A que ya el día no te parece tan malo?

Por eso, ponte al tajo. No importa lo que hagan los demás, tú a lo tuyo. Lo que a mi  siempre me funciona es

Tomar siempre como punto de partida mis habilidadades
Siempre es más fácil si partes de lo que sabes hacer. Sobre todo si te toca empezar tú solo.
Aprender a motivarse solo es un elemento clave.

Para Intentar siempre crear valor. Identificando dónde puedes aportar y haciéndolo tanto como sea posible dentro de los recursos disponibles.

Buscar siempre por estrategias win-win. El amor está bien, pero los matrimonios que funcionan toda la vida son los de conveniencia. Es mucho mejor evitar en lo posible los conflictos de intereses, que por otro lado a veces son inevitables. No siempre se acaban construyendo las relaciones de confianza que serían deseables. En estos casos, me centro de dar cauces de digna retirada.

Asumir las desigualdades. Lo ideal sería todos acabaran aportando más o menos lo mismo. Pero esto es francamente raro. Por eso, me focalizo en mirar más los avances y el camino recorrido que el que queda por recorrer. Ni somos iguales ni estamos en el mismo momento vital.

Agradecer todas las aportaciones, o al menos intentarlo
Buenos días, sonrisas, un abrazo…. Muchas gracias y muchas veces. No mido ni la calidad ni la cantidad, sólo la aportación como hecho en sí. Todo suma.

Y no establecer  metas ni mediciones del desempeño. Supongo que esto es lo contrario a lo que dicen todos los manuales de gestión. Es sólo mi opinión, pero la vida me ha enseñado que muchas veces la eficacia está reñida con la relación. Y me va mejor si me dejo fluir…
Y si no sale, pues no pasa nada. No siempre es posible generar un “efecto dominó” de buenas prácticas. Pero cuando haces lo tuyo con espíritu CO-laborador, he observado que la tendencia natural a la imitación muchas veces lleva aparejada una oleada de cambio a tu alrededor. Y ya será la próxima vez!

Igual que si educamos a los niños para ayudar y entender a los demás, tendrán tendencia relacionarse con respeto y empatía, favoreciendo un ambiente de trabajo agradable nuestros compañeros realizarán sus actividades con más gusto y todos ganaremos, los resultados tambien.
Tenemos mil modos de hacerlo. La buena noticia es que parece uno de los ingredientes, se encuentra ya en nuestro cerebro.

@vcnocito