«Tiempos oscuros y difíciles nos aguardan. Pronto deberemos elegir entre lo que es correcto y lo que es fácil». Esto lo dijo Albus Dumbledore, el poderoso mago y director de Hogwarts en “Harry Potter y el cáliz de fuego”. Y sí que parece que los tiempos que nos aguardan no van a ser fáciles, con todo el mundo tratando de recuperar la normalidad perdida tras la epidemia de COVID-19 pero sin olvidar la amenaza de próximos rebrotes o recaídas. En definitiva, se viene una época en la que será muy importante tomar las decisiones correctas.
Se dice muchas veces en el mundo empresarial que ante un problema la solución más sencilla es la mejor, aquello de less is more. Y efectivamente, en época de bonanza es cierto porque da un poco igual las decisiones que se tomen ya que hay suficiente botín para todos (por botín me refiero a beneficios de las empresas, cuotas de mercado, ofertas de empleo…). Para qué complicarse la vida entonces con procesos complicados que te restan tiempo y energía. Mejor ir a lo fácil, porque el resultado final va a ser más o menos el mismo.
Pero en tiempos oscuros y difíciles, como decía Dumbledore, hay que hilar mucho más fino. En el caso de las empresas lo fácil es recortar empleos y así reducir gastos para afrontar la crisis, y en muchas ocasiones es realmente la única opción posible. Pero no siempre es lo correcto porque haciendo eso la empresa corre el riesgo de perder para siempre a sus activos más valiosos: las personas con talento, aquellas que consiguen con su trabajo y su experiencia hacer que la empresa sea diferente a las demás. Es aquello que decían las abuelas de “pan para hoy y hambre para mañana”.
También es fácil caer en la tentación de sustituir a las personas que más dinero ganan, normalmente las más mayores, por otras personas más jóvenes, con menos experiencia y por consiguiente más baratas para la empresa. Lo más sencillo es aplicar un criterio de edad como base para reducir la masa salarial en una empresa. ¿Es una decisión correcta? No lo creo. La valor de la experiencia de las personas es fundamental para superar situaciones como la actual. Todos nos acordamos de la profunda crisis que superamos allá por el 2008… ¿no será mejor confiar en la gente que supo gestionar esa crisis y salir de ella? Gente que probablemente hoy en 2020 están muy cerca de la edad maldita: 50 años.
Otra decisión fácil es intentar mantener el negocio tal y como funcionaba antes con la justificación de que no es momento para meterse en follones de innovación o digitalización, con la que está cayendo. Otra decisión que no es correcta. Se ha demostrado que las empresas que mejor han sobrevivido a la crisis han sido aquellas que más digitalizadas estaban, que tenían más procesos más virtualizados que no necesitaban de presencia física de personas, que disponían de herramientas de teletrabajo, que tenían una buena presencia en internet y en redes sociales… Nunca es demasiado pronto para arrancar ese proceso de digitalización no solo a nivel de la empresa sino, especialmente, a nivel personal. Es decir, deberíamos preocuparnos de adquirir las habilidades digitales que nos permitan trabajar en entornos digitales: aprendizaje continuo usando especialmente recursos basados en internet, trabajo y cooperación en entornos digitales con personas a las que probablemente nunca lleguemos a ver físicamente, comunicación eficiente, búsqueda inteligente de información sabiendo distinguir la información valiosa de los bulos…
En resumidas cuentas, las decisiones fáciles no siempre son las correctas, y se avecinan tiempos en los que será muy importante tomar las decisiones correctas. Estemos preparados para ello.