Acabo de terminar un curso sobre valores éticos en el trabajo. En el curso se hablaba de no tener tratos de favor con ningún proveedor, de manejar adecuadamente la información confidencial de la empresa, de ser escrupuloso en el cumplimiento de las normas y las leyes cuando estemos representando a nuestra empresa… cosas así. Se han tratado temas bastante obvios pero que nunca está de más que te cuenten. Sin embargo, el curso me ha servido sobre todo para reflexionar sobre si de verdad nos comportamos de forma ética en las empresas, y no me refiero a actuaciones o decisiones más o menos trascendentales como elegir a un proveedor u otro o saltarse a sabiendas una determinada regulación. Me refiero al día a día de nuestro trabajo.

Dice la socorrida wikipedia que la ética es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos. Sin entrar en grandes discusiones filosóficas de lo que es bueno y lo que es malo, confesemos… ¿alguna vez hemos hecho en nuestro trabajo cosas éticamente incorrectas, de esas que nuestra madre nos reprocharía si pudiera vernos por un agujero en la pared de la oficina?

Cosas como echarle la culpa a otra persona de un error que sabemos que ha sido principalmente nuestro, no actuar para arreglar algo que estamos viendo que otra persona está haciendo mal para que quede patente que efectivamente lo está haciendo mal, ocultar información útil para un compañero con el fin de utilizarla posteriormente en beneficio propio, ir a una reunión con el claro afán de oponerse a todo lo que se diga solo porque es un proyecto de alguien con el que no tienes buena relación…el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, ¿no?

Y las empresas, ¿actúan siempre en su día a día basándose en criterios éticos? ¿Es ético lanzar un producto o servicio al mercado a sabiendas de que no funciona del todo bien aunque decimos que sí lo hace, o contratar a alguien porque es familiar de no sé quien sin tener en cuenta a otros candidatos, o no poner todos los medios para eliminar el machismo o la brecha salarial entre hombres y mujeres?

Hay muchos artículos sobre los beneficios que reporta a las empresas el ser éticamente responsables: que si el mercado acaba penalizando a las empresas que no tienen un comportamiento correcto, que si mejora el clima laboral, que si se incrementa la confianza de los empleados en sus directivos… pero también hay gente que piensa que las empresas no tienen por qué adoptar principios éticos, que lo que tienen que hacer es cumplir la legalidad, eso por descontado, pero que su principal objetivo es ganar dinero y, siempre que se respete la legalidad, cualquier cosa vale para cumplir ese objetivo. Sería entonces responsabilidad de los gobiernos de turno el poner unas leyes adecuadas para garantizar que las empresas cumplan los principios éticos fundamentales.

Mi opinión es que la mayoría de las empresas siguen unos principios éticos que vamos a llamar “relajados”. Mientras se esté dentro de la legalidad, todo está bien, y si hay que apretar al proveedor hasta que no pueda respirar, se le aprieta, o si hay que contratar al sobrino de fulanito porque le debo un favor a fulanito, se le contrata. Y lo hacen porque a la mayoría de sus clientes no les preocupa demasiado de donde salaga lo que compran mientras que cumpla con sus necesidades y salga lo más barato posible.

Y eso acaba trasladándose a todos los ámbitos de la empresa, porque al final todos acabamos por comportarnos dentro de la empresa como se espera que lo hagamos, y eso se transmite en los pequeños detalles.Si los directivos nunca hacen un verdadero ejercicio de autocrítica es difícil que un empleado asuma la responsabilidad de un error. Si se oculta información importante a los empleados o se falsean los resultados de la empresa, es lógico que luego la gente normal trate de maquillar todo lo posible sus propios resultados individuales, dando lugar a decisiones erróneas basadas en datos erróneos.

¿Hay algo que podamos hacer cada uno de nosotros para que las empresas tengan comportamientos éticamente responsables? Sí, adoptar nosotros mismos esos principios en nuestro día a día. Todos los días se ven ejemplos de gente que en la oficina tergiversa, malmete y engaña con el fin de conseguir un beneficio para sí mismos y no para un proyecto común. Yo creo de verdad en que en el largo plazo sale rentable “ser bueno” frente a “ser un capullo”, que eso redunda en nuestra marca personal en el mundo laboral y que nos resultará más fácil encontrar apoyos cuando lo necesitemos si previamente hemos llenado nuestra lista de amigos. Si reclamamos empresas éticamente responsables, empecemos por nosotros mismos, ¿no?