Curiosamente, cuanto más breve en una exposición o una petición, más suele transmitir. Decía William Shakespeare que “la brevedad es el alma del ingenio”. Y cierto es que hay que currárselo mucho para simplificar.

Enrollarse y repetirse es un pecado mortal

Hoy pocos leen un mail de más de dos párrafos, o aguantan sin echar mano del móvil una exposición de más de 15 minutos. Si buscamos candidatos a leer un documento de más de 3 páginas, la lista tiende escandalosamente a cero.

Y no es sólo porque hayamos perdido capacidad de concentración y foco. Es que estamos hartos de que tengan mucha paja y poco grano. ¿A cuántas reuniones divagantes asistes? ¿Cuántos informes “ejecutivos” de 50 páginas recibes? ¿Cuántos correos-pastiche tienes que leer varias veces hasta que pillas lo que te piden?

Y reconócelo, tú también huyes del compañero que mucho elucubra pero que poco curra. Te escondes, porque, pasada la novedad y hasta la gracia, no estás para perder tu tiempo.

Ser conciso y claro es hoy más imprescindible que nunca

No es que simplificar esté de moda.

Es que hoy, pelín estresados con correos, reuniones y grupos de WhatsApp hinchándose a felicitar cumpleaños y a mandar memes inenarrables, o vas al grano o el mundo pasa de ti. Y da igual que seas soldadito raso o capitán general.

Tiene razón Xavier Marcet cuando afirma que la brevedad no es una cuestión táctica sino estratégica. Cuando dice que “explotar el negocio presente requiere de explorar el negocio futuro y que para ello, es necesario hacer espacio en las agendas”.

Necesitamos sacar tiempo para pensar, para formarnos, para buscar nuevas formas y propuestas.

Hay que ser muy bueno para ser simple

Es verdad que ir al grano exige esfuerzo. Y tiempo. Y hasta cierto cariño (que igual no sientes) por los demás.

Pero todos debemos intentarlo. Por nosotros, por los otros, y, si me apuras, hasta por nuestros garbanzos. Porque no comeremos mañana si hoy consumimos todo nuestro tiempo buscando la aguja en el pajar de cientos de correos o reuniones que petan nuestras horas de trabajo.

Algunas propuestas para simplificar tus mensajes

Ahora que estamos en periodo electoral, yo propondría un “pacto por la brevedad” donde todos nos comprometeríamos a

  • Enviar la mitad de correos cada día, aun cuando se «nos vea» menos.
  • Reducir un 20% nuestros textos, aun cuando ya creamos que  están fetén
  • Estructurar mejor cada correo, tratando de que no necesiten scroll.
  • Reducir cada presentación, en tiempo y en diapositivas.
  • Y a abrir una cuenta en twitter. Que yo aún no conozco un mejor “entrenador de brevedad” 😊

Hoy, predicando con el ejemplo, un post breve.

@vcnocito