La diversidad está de moda en las empresas. Y a mí me parece genial. Sólo seremos capaces de abordar con éxito los retos de un entorno tan volátil y cambiante cono el que vivimos, si integramos visiones, personalidades y pensamientos diferentes.

Sin embargo, me queda regusto amargo cuando veo que muchas empresas simplifican la propuesta, asociando diversidad exclusivamente con cuotas de género o de jóvenes.

Solo es posible el éxito en la era digital sumando fuerzas diferentes

Eso de “ser creativo y pensar lateral” se dice pronto, pero conseguirlo no es nada fácil. Poniendo mucho foco, alguna vez suena la flauta y surge la idea feliz. Pero sin ninguna duda, solo es posible mantener un nivel creativo alto y constante cuando cuentas con un equipo diverso. Integrado por personas que piensen y actúen diferente, que “choquen” y enfrenten sus distintos modos de abordar las situaciones.

Quienes hemos tenido oportunidad de participar en este tipo de equipos sabemos que, cuando más diferentes somos, más rico acaba siendo el resultado. Para la empresa y también para las personas. Tanto por la oportunidad de lucir tus plumas, haciendo eso que tan bien se te da, como por lo que enriqueces tu visión aprendiendo de tus compañeros. Tensiones mediante 🙂

Bravo por quienes se han dado cuenta. Me encanta escuchar que al menos la mitad de las empresas españolas ven la diversidad como un valor. Pero no puedo menos que entristecerme cuando la intención empieza y acaba con la búsqueda desenfrenada de chicas y becarios a quienes dar visibilidad.

¿Es la multidisciplinariedad una cuestión de edad o de faldas?

Pues lo siento, pero no.

Aplaudo con ilusión todas y cada una de las reflexiones que lleven a dar más oportunidades a todos, especialmente a los colectivos que jamás jugaron en igualdad de condiciones. Soy mujer, ¿Cómo no me va a parecer bien que tratemos de que haya más presencia femenina en todos los ámbitos?

Pero sé de buena tinta que la diversidad no la marcan ni tu edad ni tus cromosomas. Ni tampoco y por descontado tu identidad sexual. Dicen que los mayores somos menos flexibles, que tenemos menos capacidad para aprender y que estamos ya algo quemados. Que las mujeres aportamos un estilo más detallista y empático a la gestión de equipos.

Chorradas. Conozco a muchos “jóvenes” creativos que peinan canas y a becarios de impresionante currículum que no aportan nada. A mujeres que, lejos de comprender contribuyen a tensar, y a sesudos ingenieros, detallistas y cariñosos como pocos.

Puede que hubiera un tiempo en el que no fuéramos capaces de entender a quien vivía al otro lado del globo, en el que mujeres y hombres vivieran realidades opuestas y en el que chavales y abuelos no compartieran nada. Pero, hoy en un mundo global e hiperconectado, las diferencias no las marcan hoy ni tu geografía, ni tus canas, ni tus faldas…

La verdadera diversidad residen en nuestras habilidades blandas

Es la forma en la que piensas, tu estilo de aprendizaje, tu modelo de relación con compañeros, el cómo y para qué usas las capacidades digitales o la empatía (o no) que estableces con gente a la que no ves, lo que te caracteriza. Lo que marca tus diferencias.

Así que sólo somos diversos de verdad cuando caracterizamos a las personas en base a sus actuaciones, asegurando que en cada equipo los distintos «estilos mentales” están bien representados.

Si el mundo ha cambiado, ¿no deberíamos asegurar que entendemos “de verdad” qué es lo que nos hace diferentes? ¿No es acaso más proclive a comprar un nuevo coche quien no para de mirar webs y de participar en foros relacionados que un “varón de 30-45 años con un sueldo medio-alto”?

Lo mejor, es que caracterizar a las personas por la combinación de sus esquemas mentales y habilidades blandas es muy fácil. Ya existen en el mercado plataformas de identificación y selección de perfiles que integran conocimientos técnicos y también habilidades con la precisión que cada empresa precise.

Así que, propongo cambiar cuotas por plataformas. Incorporando la tecnología para el análisis de perfiles en cualquier plan diversidad. Siendo diversos de verdad  para no caer en la paradoja de defender la visión más moderna del  trabajo con una ejecución de lo más antigua.

@vcnocito