Un Airbus A321 con 186 pasajeros a bordo vuela sobre el Atlántico en dirección a su destino en Norteamérica. Es un vuelo tranquilo y rutinario, a 800 km/h y a 30.000 pies de altura. Pero de repente, un caza F-18 llega junto al Airbus a casi 2.500 km/h. El piloto del caza disminuye su velocidad para volar junto al Airbus y contacta con el piloto del Airbus:

  • Qué, ¿aburrido del vuelo? Le dice

El piloto del Airbus le responde.

  • ¿Por qué dices eso? No te entiendo…

El piloto del caza acelera de repente, realiza una picada y luego remonta rompiendo la barrera del sonido hasta llegar a una altura impresionante, desde la cual, empieza a perder altura en otra picada vertiginosa hasta llegar casi al nivel del océano. De repente, vuelve a ganar altura para colocarse a nivel del Airbus

  • ¿Qué te ha parecido? Dice el piloto del caza
  • No ha estado mal, le responde el piloto del Airbus. Pero espera a ver esto

El piloto del caza se queda mirando al Airbus, pero no pasa nada. El avión sigue volando a la misma altura y velocidad

Pasados cinco minutos, se oye la voz del piloto del Airbus en la radio del caza

  • Bueno, y a ti, ¿qué te ha parecido eso?
  • ¿El qué? Responde el piloto del caza. Si no ha pasado nada…
  • ¿Qué no? En estos cinco minutos he puesto el piloto automático, me he levantado para estirar las piernas, me he preparado un café en la cabina del avión, me he tomado un croisant, y he reservado dos noches en un hotel de 5 estrellas en mi destino, hotel que, por cierto, paga mi aerolínea

La historia no es mía, la acabo de ver publicada en LinkedIn, pero me ha parecido muy buena. La moraleja es que cuando eres joven, te encanta la velocidad, la adrenalina y las emociones fuertes. Pero cuando te haces mayor, te haces más sabio, más reflexivo, y el confort y la paz suelen ser tus compañeros de viaje favoritos. Este concepto se conoce con las siglas de S.O.S., que en inglés significa Slower, Older, Smarter (más lento, más viejo, más inteligente).

Creo que cuando eres mayor, te vuelves más inteligente, al menos de una determinada manera, porque consigues juzgar mucho mejor a la gente y entiendes perfectamente las situaciones que te rodean, con lo que actúas y decides mejor simplemente porque tienes más experiencias, más precedentes y más vivencias acumuladas. Los mayores quizá no somos (me voy a incluir en el grupo) tan ágiles a la hora de absorber nuevos conocimientos, pero según algunos estudios, eso sucede porque tenemos una base de datos almacenados en nuestro cerebro más grande por lo que es más complicado añadir más cosas. Sea como sea, menospreciar esos conocimientos acumulados por la gente mayor me parece un error tremendo, aunque seamos más pausados y tranquilos en nuestros juicios y quizá tampoco nos apuntemos los primeros a cualquier bombardeo que surja.