El talento siempre ha marcado la diferencia, en cualquier aspecto de la vida. Los buenos siempre llegarán más lejos que los mediocres, está muy claro. Pero nunca ha estado más claro que en estos últimos tiempos de digitalización, donde la tecnología ha evolucionado hasta “democratizar” el acceso a herramientas complejas que hace no demasiado estaban solo al alcance de las grandes corporaciones. Con esa igualdad en cuanto a disponibilidad de herramientas, el talento humano en las organizaciones más que nunca marca la diferencia entre los primeros y los demás.
De ahí que las empresas se esfuercen cada vez más en atraer el talento, que por otra parte es un bien escaso por propia definición porque si todo el mundo tuviera gran talento, dejaría de ser un rasgo diferenciador. Estos son los aspectos más importantes a mi modo de ver para que las organizaciones ganen esa carrera de atracción de talento:
En primer lugar, el liderazgo es fundamental. El respeto se consigue no por una cuestión jerárquica, sino por la altura intelectual del líder y por una serie de valores compartidos. El talento busca que sus aspiraciones y proyecciones personales y profesionales coincidan con las de la empresa en la que se integra. En un mundo cada vez más transparente, los líderes deben ser ejemplarizantes porque su reputación también atrae o repele talento. Deben ser ilusionantes y capaces de convencer a los mejores de que se embarquen en su proyecto.
Por otra parte el talento demanda un ambiente motivador, donde se tolere la cultura del error. Demanda también tener a su alcance las herramientas tecnológicas necesarias para poder hacer su trabajo, y un entorno donde la flexibilidad laboral es clave para conseguir esa motivación. Una empresa con jefes que no lideran, con una plantilla infeliz y con directivos de perfil medio frustrados está destinada al fracaso y no conseguirá atraer el talento. La flexibilidad que tanto se pide a los trabajadores también se les debe ofrecer, y pasa por el trabajo colaborativo, a la vez que los empleados demandan de manera creciente una nueva manera de hacer las cosas y la incorporación de tecnologías digitales a sus puestos para poder realizar su trabajo de forma más ágil y eficiente.
Además, el proceso de selección debe ser ágil, con herramientas modernas, pero sin descuidar el factor humano. Casi la mitad de aquellos que buscan empleo en sectores como el tecnológico, aseguran haber rechazado una oferta debido a una experiencia negativa durante el proceso de contratación. Es muy importante transmitir la cultura empresarial de forma clara y precisa. Para ello, pueden organizarse jornadas de puertas abiertas o diseñar programas de job-shadowing que permiten a los potenciales empleados observar de cerca el trabajo de la compañía in situ durante un breve periodo de tiempo.
Finalmente, hay que entender también que el talento necesita más talento para dar lo mejor de sí mismo porque anhela superar los retos y conseguir el éxito. Una compañía debería utilizar internet y las redes sociales para difundir el talento que hay en la compañía puede ser una buena manera de atraer más talento.
En definitiva, cada vez cobran más importancia aspectos tales como la imagen de marca de la empresa, la flexibilidad laboral, los valores que fomenta, el alcance del proyecto y el estilo de liderazgo en esta carrera para atraer talento cualificado, tan crucial para el futuro de cualquier compañía.