Un estudio realizado en la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia demuestra que no hay ninguna relación entre tu capacidad creativa y el éxito de tus proyectos. Sin embargo, sí han hallado otra relación que explica por qué unos consiguen más que otros. Y resulta que el factor que marca diferencias no es otro que su red de contactos.

Que nadie llega muy lejos sólo, es una verdad como un templo. Está demostrado que la consecución de tus objetivos se relaciona estadísticamente con la diversidad de tus redes profesionales y también personales.

Porque resulta que lo que eres se apoya en la gente a la que conoces en muchísima mayor medida que en las capacidades o en los productos que ofreces.

Ya somos muchos quienes estamos convencidos y practicamos el networking como una actividad profesional más. Que nos tomamos como un “deber” compartir información y contenidos para ampliar nuestros horizontes creando escenarios donde todos ganamos.

Así que, convencida del todo de la bondad de esta práctica, yo ya estaba. Sin embargo, estos días he tenido ocasión de reflexionar sobre otros efectos de practicar el arte del contacto. Y, aunque sorprendentes, son tan positivos que no me resisto a compartirlos.

Te vuelves más atractivo a los ojos de los demás

¿Nunca te ha pasado que quien siempre te consideró poco menos que un insecto te saluda con una gran sonrisa tras encontrarte en la cafetería charlando animadamente con aquel director de área?

Pues resulta que tu agenda determina en cierta medida cómo te ven los demás. Que los amigos y conocidos que tienes hacen que los demás te consideren una persona más o menos deseable. Y encima parece que el «tener contactos” les induce a pensar que eres bueno con las famosas  “habilidades blandas”. Así que tener contactos te legitima de alguna manera y te abre las puertas a tener aún más contactos.

Que una agenda rica y variada es esencial para moverse en un mundo global, está claro. Aunque la clave, no esté tanto en el número de contactos como en la diversidad entre los mismos.

Desarrollas una propuesta de valor más global

La capacidad de integrar diversas influencias es clave en la conformación de la identidad única y diferencial de cualquier profesional. Porque la personalidad no es otra cosa que la habilidad para crear algo propio a través de lo que ves y de lo que te cuentan.

Para ofrecer un valor interesante y atractivo a un publico diverso, deberás sumar influencias. Cuanto más divergentes, mejor. Es por tanto la diversidad de tu comunidad la que te ayudará a posicionarte en el mercado y atraer la atención de los demás.

La interacción con personas con distintos enfoques profesionales, de distintas disciplinas o nacionalidades nos expone a un rango más amplio de ideas y prácticas y suele conformar propuestas más universales, que encajan en un espectro mayor.

Eres más creativo

Y aunque no sea tu nivel de creatividad per se lo que garantiza el éxito de tus propuestas, si es sensato pensar que cuanto mayor sea tu red de contactos mayor será tu nivel de creatividad.

Porque las personas con muchos contactos tienen más acceso tanto a nuevas oportunidades como a influencias que estimulan su creatividad. Quienes viven en un círculo más cerrado suelen estar expuestos a ideas mucho redundantes y a planteamientos similares.

 

La moraleja parece clara: si quieres tener éxito, debes relacionarte con mucha gente y sobre todo, con gente muy distinta.

Y hacerlo por tierra, mar y aire… redes sociales incluidas. No redunda recordar que ni tus contactos ni tus propuestas tienen por qué limitarse ya a tu entorno inmediato, sino que tienes, para ambos, el cielo como límite.

Y aunque ya lo sospechábamos, ahora estamos más seguros de que tu creatividad y tu energía no te aportarán mucho si no te esfuerzas por compartirla con las personas adecuadas.

@vcnocito