No señores; no quiero ser un enano gruñón, y me rebelo contra mí misma. Lo que ocurre es que muchas veces no soy consciente de ello, y creo que se me ha retorcido el colmillo un poco más de la cuenta en los últimos tiempos. Por suerte cuento con un buen antídoto: estoy rodeada de unos cuantos compañeros maravillosos que me hacen notar con mucho cariño cuándo me he pasado de la raya (…yo creo que lo hacen con cariño simplemente por precaución, que de vez en cuando. Gracias por atreverte, Virginia @vcNocito). Y como lo comentan en positivo y como propuesta de mejora, pues hasta me lo he tomado bien, y mira que no soy yo de las que suelen encajar bien las críticas…

Y es que no puede ser estar todo el día gruñendo, y menos aquí, en nuestro @Balcón40. Porque nuestro espíritu es el de la positividad y el de la resolución de problemas, y no el del “quejío y el cinismo”.

Esto último me lo estoy diciendo yo solita, pero es que me releo mi último post, y creo que se me ha ido la mano. No se pueden tratar los problemas de la empresa desde la negatividad, y con ejemplos de lo que no debemos hacer; creo que esto no aporta. De hecho no aporta ni en la empresa, ni en ningún otro ámbito de la vida, si lo que de verdad queremos es resolver los conflictos. Las reducciones al absurdo están bien para echarse unas risas de vez en cuando, pero nada más. Los problemas hay que enfrentarlos cuando y como vienen, y o bien lo hacemos en positivo, o nos acabamos convirtiendo en unos gruñones. Y yo no quiero ser un enano gruñón. Lo único que consigues es dañarte a ti mismo, y fastidiar a los que están alrededor.

Frase sabia donde las haya, y que también se la he oído un par de veces a mi amiga Virginia es esa de que “el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”, y creo que es lo que tengo que aplicarme y lo que deberíamos aplicar todos ante los conflictos en el trabajo y los problemas que nos rodean. No nos aporta nada regodearnos en lo que está mal hecho, y nos traerá mucha más cuenta ser positivos y tratar de encontrar soluciones. Y si tienes dudas, pregúntale a los que te quieren si te estás pasando de gruñón últimamente, que te irá bien.

Y por hoy, creo que es una buena reflexión. Hasta más ver.