Recientemente la Comisión Europea ha presentado su Directiva de Transparencia de Salarios, que tiene como objetivo el terminar con la brecha salarial y conseguir que un determinado trabajo se remunere siempre de la misma forma. En especial se intenta terminar con la brecha salarial por género, que solamente ha disminuido un 1% en los últimos 8 años y que sigue siendo del 14% en la Unión Europea, es decir, que aunque parezca increíble, los hombres europeos siguen ganando un 14% más que las mujeres por realizar el mismo trabajo. Para conseguirlo, las empresas se verán obligadas a proporcionar a los empleados que lo pidan la información sobre los salarios medios desglosada por sexo y por categorías de empleados.
No creo que nadie, a menos que aun habite en el Paleolítico Inferior, le parezca bien que un hombre gane más que una mujer simplemente por el hecho de ser hombre. Sin embargo, yo sí me cuestiono el que dos personas que hacen en teoría el mismo trabajo deban ganar siempre y necesariamente lo mismo, más allá de que sean hombres o mujeres. A lo mejor te parece que he perdido la razón, pero tengo mis argumentos…
En primer lugar, ¿debe ganar lo mismo una persona sin experiencia que otra que lleve varios años en ese puesto, aunque nominalmente tengan la misma ocupación? Da lo mismo el nivel de capacitación o la complejidad del trabajo del que estemos hablando porque no me digáis que no hay diferencia cuando en un restaurante te atiende un camarero amable y que no olvida ninguna de tus peticiones respecto a cuando te toca ese otro al que hay que pedir la cuenta cinco veces. ¿Es justo que ambas personas ganen lo mismo, a pesar de que hagan el mismo trabajo de atender meses en un restaurante? ¿No desincentivará las ganas de mejorar el desempeño en el trabajo? Me parece respetable la actitud de quien quiera limitarse a cumplir con su empleo sin ir más allá, pero, en ese escenario de total igualdad, ¿cabe quien quiera legítimamente esforzarse por hacer mejor su trabajo cada día, progresar y alcanzar nuevas metas?
Por otra parte, también tengo dudas de que haya dos trabajos exactamente iguales o con el mismo nivel de impacto en las cuentas de la empresa. No es lo mismo ser el gestor de un proyecto de cien mil euros que de otro de cien millones, igual que no es lo mismo llevar un proyecto que suponga el 50% de los ingresos de la empresa que otro que pone en juego un 1% del presupuesto. Ambos son gestores de proyecto, pero no me parecería justo que ambos ganaran lo mismo. Podría hablarse de categorías junior o senior, pero seguro que toda la variedad de proyectos que se pueden llevar a cabo en una empresa no pueden agruparse en unas pocas categorías.
Volviendo a la directiva europea, incluye una medida que me ha llamado la atención y que me parece interesante, que es la obligación de incluir el salario en un anuncio de trabajo. Al solicitante de empleo le viene bien para saber si le merece la pena optar a ese puesto o no, porque volviendo al ejemplo anterior, bajo el título de Gestor de Proyecto se puede buscar una persona recién titulada que se encargue inicialmente de proyectos pequeños, con un sueldo menor, o una persona experta para gestionar un proyecto estratégico para el que no hay capacidades internas en la empresa, y al que por consiguiente se está dispuesto a pagar un salario mayor. Seguramente a las empresas les resta capacidad de negociación con el candidato, pero también es una medida de transparencia salarial que seguro que acaba resultando positiva.
En resumidas cuentas, el debate gira respecto a si es justo tratar a todo el mundo por igual a nivel salarial. En mi opinión, no lo es, pero seguro que tú, querido lector, tienes otra opinión que me encantaría escuchar