Acabo de leer que los jóvenes suelen ponerse sus series o su música a x1,5 de velocidad, es decir, un 50% más rápido de la velocidad a la que se pensó y se creó el contenido. Es algo que me parece alucinante, y más aun cuando leo los motivos que dan para hacer semejante cosa: falta de tiempo y miedo a perderse algo de lo que pasa en internet. Me hace recordar el chascarrillo que tenia con mis compañeros de oficina cuando veíamos a alguien desocupado: “Mira a fulanito, está sentado delante del ordenador buscando la última IP de internet, esa que no dirige a ninguna otra parte”. Pues se ve que los jóvenes de ahora tienen prisa por encontrar cuanto antes esa última IP de internet.

Son los llamados fasters, y parece que están aquí para quedarse. No son solo sus audios de Whatsapp, sino que “disfrutan” del cine, las series, los podcasts o la música al x1,5 de su velocidad habitual desde que plataformas como Netflix, Youtube o Ivoox ofrecen esa opción. Las estadísticas dicen que no hablamos de algo esporádico: El total de todos los usuarios de Youtube ahorraron en 2022 cada día unos 900 años de tiempo por ver vídeos a más velocidad de la que fueron creados y el 3,6% de los oyentes de podcast aceleran la velocidad de los podcasts habitualmente y el 8,36% lo hace ocasionalmente.

Los jóvenes dicen vivir muy deprisa y no tener tiempo para nada, pero aun así, quieren hacerlo todo, lo que implica querer hacerlo todo más deprisa. Otra causa de este fenómeno es el llamado FOMO, o Fear of missing something, que se podría traducir al castellano como miedo a perderse algo. El FOMO es la preocupación de los jóvenes por perderse cualquier cosa que pase en el mundo de internet: el último post del influencer más reconocido en Instagram, el video del tiktoker de moda o el contenido de los youtubers más famosos. Y eso provoca que quieran consumir contenido en modo buffet libre: rápido, en gran cantidad y sin preocuparse demasiado de la calidad.

Tampoco vamos a decir que es un fenómeno totalmente novedoso… nuestros padres ya leían el periódico quedándose solo en los titulares y quien más quien menos se salta de vez en cuando las páginas más rollo del libro que te estás leyendo. Pero como pasa con todo, internet amplifica y multiplica lo que siempre ha ocurrido. Lo que me pregunto es qué impacto tendrá en el mundo laboral la incorporación de la generación Z, esos chicos y chicas acostumbrados a hacer todo al doble de velocidad. Alguien que escucha una canción a una velocidad x1,5 no está muy preocupado por su calidad, así que, ¿le preocupará la calidad de su trabajo, o preferirá entregar algo más o menos digno y ganar tiempo para no perderse el último video viral?

Una vez más, me gustaría aprovechar poner en valor los puntos fuertes de los trabajadores senior: mayor experiencia en su campo para poder tomar decisiones más eficientes, más y mejores habilidades de comunicación, liderazgo y trabajo en equipo, conocimientos más profundos de su materia de trabajo para aportar ideas y soluciones más innovadoras, y por último una red de contactos en su campo, lo que siempre es más beneficioso para su crecimiento y para el éxito de cualquier proyecto. En general, los trabajadores senior serán más cuidadosos con su trabajo, más detallistas, y darán más prevalencia a la calidad de sus entregables. Por supuesto, generalizar siempre es injusto… pero yo no me fiaría mucho de quien escuche una canción de U2 o de Queen a x1,5.