Estamos en la era de los datos. Las empresas y los profesionales aspiran a que el BigData, el machine learning y las IAs les hagan el trabajo.
No voy a ser yo quien niegue lo bien que les ha ido a Google, a Netflix, a Amazon o a Uber tomando decisiones basadas en datos. Ni quien diga que esa aspiración de todas las empresas y profesionales de hacerse «más datadriven» no es legítima o rentable.
Soy teleco y vivo de esto 😊
Pero al mismo tiempo no puedo dejar de preguntarme si no estaremos llevando el tema un poco demasiado lejos y no estaremos confiando demasiado en lo que hace y lo que gusta a un consumidor que de fiel no tiene nada… y de ambicioso y visionario tampoco.
Me viene a la cabeza Henry Ford y su “si hubiera preguntado a la gente qué era lo que quería me habría contestado que unos caballos más rápidos”.
Y Steve Jobs y su empeño en no preguntar y no escuchar que desquició a su empresa y a sus ingenieros… para cambiarnos la vida.
Hoy podemos medirlo todo
Netfilx, por ejemplo, es capaz de saber en qué diálogos la gente se desconecta, cuánto debe durar una escena de acción o las edades, géneros y color de piel de los personajes que nos mantienen mirando. No sólo Netflix busca imitar a lo que ha ya tenido éxito, sino que esta forma de apostar a caballo ganador se está extendiendo a cualquier producto o servicio que se distribuya o se consuma en digital.
Haciendo que cada vez los productos sean menos indiferenciados, que todas las series se parezcan y que ni el shazam ese pueda reconocer al autor de una canción.
¿Y qué decir de cómo se parecen los perfiles profesionales en las redes sociales?
¡Cuánto imitador de los top voices!, cómo si copiar lo que hacen les fuera a funcionar a ellos.
¡Cuánto usuario de IA generativa tratando de acertar a marchas forzadas!
Mirad, no es lo mismo copiar que inspirarse.
No es lo mismo apoyarse en datos y algoritmos que pretender que te hagan todo el trabajo
Sé que la tentación es fuerte.
Pero me temo que aquí solo van a quedar los que se resistan a ella.
El drama del profesional del siglo XXI ya no es que una IA bien enseñada pueda hacer su trabajo. El verdadero drama está en que deje que estas “inteligencias indiferenciadas” orienten su trabajo y su desarrollo por completo.
Tenemos que aprender a apoyarnos en ella, claro que sí, pero sin dejar que apague las chispas de personalidad y voz propia que todos tenemos.
Ahí está la dificultad.
Los profesionales parecen cada vez más enfocados en imitarse, en repetir lo que los números nos muestran que funciona.
Pero esas no son decisiones inteligentes basadas en datos.
Es solo mimetismo.
Con la misma pereza de siempre a liderarnos. Y el mismo miedo de siempre a ser nosotros mismos.
Ojo con los caminos rápidos. Ojo con confundir la búsqueda del éxito en tu plan desarrollo profesional con la maximización de tus KPIs.

Realmente Virginia, está todo inventado y la Sociología, esa ciencia (aunque algunos no la reconozcan como tal) que todo lo analiza ya distingue hace tiempo entre análisis cuantitativo y análisis cualitativo. Creo que en esta sociedad triunfa lo cuantitativo, que es mucho más conservador, por eso repite modelos que triunfan hasta la saciedad y no arriesga nada, entre otras cosas porque los análisis cualitativos son mucho más irreverentes y revolucionarios y eso siempre asusta al poder y no garantiza ganancias (error). Sin embargo de análisis cualitativos han salido las ideas más creativas que hay en publicidad y las más rentables. Los análisis cualitativos descubren cuestiones que los números ni sospechan que existen, pero para eso hay que arriesgar y hacer productos que se basen en nuevas ideas, hacer la vida contemplando el lado más humano y eso parece que no interesa.
No obstante los datos no dejan de ser una poderosa herramienta, pero no deberían ser la única, porque vamos a un mundo muy aburrido… de mayorias y de clones. Me quedo con un mundo más creativo, más enriquecedor, aunque no consiga ser la más rica y poderosa si se mide en dolares, lo seré en otras cuestiones que me enriquecen mucho más …como tener un equipo de trabajo que me sonrie todos los dias y que disfruta trabajando conmigo, por ejemplo…
Pasa un buen verano. 😉
Me gustaMe gusta