Hoy toca post de queja amarga con rebelión añadida, y es que estoy mayormente cabreada con los recortes casposos que se han hecho en mi empresa en los últimos años, y que rayan lo miserable. No me estoy refiriendo a temas transcendentales como sueldos, formación o inversiones, si no a cosas tan nimias y mundanas como los bolígrafos……

¿Cómo es posible que en una planta donde trabajan 150 personas no haya más que una fotocopiadora/escáner/equipo multifunción, y que cada uno de nosotros tengamos un límite mensual de 25 copias, que se reduce si no las usas un mes? ¿Cómo puede ser que trabajemos con PCs del pleistoceno que no son capaces de procesar una base de datos o un archivo Excel un poco gordo? ¿Es razonable que no haya ningún tipo de material de oficina? A ver, no estoy pidiendo rotuladores de punta fina ni plumas de color rojo – de los post-it ya ni me acuerdo – y mucho menos folios blancos o sobres timbrados; pero bolis y libretas, pues estaría bien. No parece muy razonable tener que rellenar instancias para que te den un cuaderno, no. Y aunque por el momento no se ha dado el caso, al paso que vamos todo se andará.

Me cabrea, sí; me cabrea. Y es que yo creo que todo esto de los recortes casposos viene motivado por una mezcla de motivos, algunos de las cuales me escaman:

  • Hay una parte que yo creo que es simple moda; es el low-cost dentro de los procesos de la empresa, muy acorde además a la coyuntura económica que nos acude. Bueno, vale. Es lo que hay.
  • Hay otra parte que seguro que tiene que ver con eso de imponer las nuevas tecnologías, las nuevas formas de trabajo, y entonces se ve muy “in” y muy “cool” eso de quitarle las libretas al personal para que utilicen “la cloud”. El problema de este punto es que algunos necesitamos un lápiz y un papel para pensar, que son costumbres adquiridas. Y el problema se agrava, cuando te quitan el lápiz y el papel….pero de “cloud” nada de nada: vamos, que otras herramientas tampoco te dan. Esta última parte sí me escama.
  • Pero el que se lleva la palma es el del abuso. Porque de veras creo que hay un montón de recursos que teníamos a nuestra disposición, que se retiran por abuso de los mismos, máxime en época de crisis como la que nos ha tocado vivir en los últimos años. Esta me parte sí que me produce un cabreo en toda regla.

He visto a colegas fotocopiarse tomos completos de apuntes de Universidad. He visto equipar a los niños para la vuelta al cole con los cuadernos y los lápices de la empresa. He visto pagarse comidas y cenas a cuenta de la Amex de la empresa que tú jamás te hubieras pagado de tu cuenta personal. He visto intentar colar como gastos de viaje lo que no lo son……….. ¿Dónde queremos llegar? ¿Cómo esperamos que responda la empresa?

Sé que debo parecer de la patronal con esto que escribo, pero de veras que esas actitudes abusonas y de derroche me ponen de muy mal humor, porque las consecuencias las pagamos todos.

Y esto del material y los abusos es extrapolable a todos los ámbitos: desde el enchufismo, hasta el absentismo. Y si no, cada cual que haga examen de conciencia…. ¿Por qué nos comportamos como críos y abusamos hasta que nos tienen que cortar las alas? ¿No somos adultos para saber gestionar nuestra libertad? Parece ser que no.

Lo triste de todo esto es que cuando una empresa mediana o grande como en la que trabajo toma medidas en cualquier ámbito, también en el de los recortes, nunca personaliza. No se lo puede permitir. Y nuestros abusos los vamos a pagar todos.